Homenaje en la Catedral a los presbíteros que celebran sus bodas de oro y plata sacerdotales
El Arzobispo recibe la medalla conmemorativa por su 50 aniversario de ordenación sacerdotal.
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha recibido hoy, jueves, una medalla conmemorativa por el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal durante el homenaje a presbíteros que este año celebran sus bodas de plata y oro sacerdotales, que ha tenido lugar en la Catedral con motivo de la festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Tras recibir la medalla, de manos del obispo auxiliar de Valencia monseñor Javier Salinas, y entre el gran aplauso de los sacerdotes presentes, el Arzobispo ha dirigido unas palabras de felicitación a todos, de gratitud y de ánimo.
El Cardenal ha pedido “ayudarnos entre todos para ser sacerdotes santos”, porque esto “cambia el mundo y renueva nuestra Iglesia”, recordando además algunos de los consejos que “no olvida” del entonces arzobispo de Valencia, José María García Lahiguera, al ordenarle sacerdote en 1970 en Sinarcas.
Así, durante la imposición de manos en su ordenación, monseñor Lahiguera le dijo: “te voy a imponer las manos, Antonio, para ser sacerdote, sacerdote santo” y “si no vas a ser santo no seas sacerdote, aún estás a tiempo”. Evocando esas palabras, el Cardenal ha reflexionado hoy sobre “cuánto me falta para ser santo, aunque sí soy muy bueno”, sabiendo siempre que “las cosas buenas son obra de Dios y los pecados, sólo son míos”.
Igualmente, el Arzobispo ha dado la enhorabuena a todos los presbíteros homenajeados y a todos ha animado a seguir adelante con estas palabras: “Avant y Amunt, adelante y arriba”, con las que ha concluido su intervención entre continuos aplausos. Seguidamente, todos juntos han rezado el Ángelus y ha dado comienzo la eucaristía.
En el homenaje, ha intervenido también el sacerdote Sergio Requena en representación de los presbíteros que celebran sus bodas de plata de ordenación, que ha expresado su gran alegría por poder celebrar este aniversario. Asimismo, ha animado a “ser generosos, regalar nuestro tiempo y sacar lo mejor de nosotros”. Por su parte, el sacerdote Francisco Claramunt, en nombre de los sacerdotes que cumplen su 50 aniversario de ordenación, ha querido en primer lugar dar gracias a Dios por el “don de la vocación sacerdotal” y ha destacado los diversos servicios pastorales que han desarrollado en este tiempo en el ejercicio de su ministerio, siempre “manteniendo nuestra fidelidad y entrega”.
El acto homenaje ha tenido lugar previamente a la celebración de la eucaristía con motivo de la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote que este año se ha celebrado en la Catedral de Valencia, en lugar del Seminario de Moncada, siguiendo todas las medidas de seguridad por la pandemia. En la celebración, presidida por el Cardenal Cañizares, han tomado parte los sacerdotes homenajeados, el Consejo Episcopal, de Arciprestes, y el Consejo Presbiteral, en representación de todo el presbiterio de la diócesis.
© Catedral de Valencia