Los campaneros del Miguelete realizan el tradicional “repret de les campanes” de San Lorenzo
En una tradición medieval, aprietan los tornillos de sus yugos de madera.
Los campaneros de la Catedral de Valencia han realizado este lunes 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, el tradicional “repret de les campanes” en la torre del Miguelete, en el que aprietan los tornillos de los yugos de madera de las campanas para fijarlas.
El origen del “repret” se remonta a la Edad Media y se realizaba el 10 de agosto “ya que tradicionalmente se consideraba el día más caluroso del año, coincidiendo con la festividad litúrgica de San Lorenzo, martirizado al ser quemado en una parrilla”, ha explicado Francesc Llop, presidente de los Campaners de la Catedral de València.
Debido a las altas temperaturas durante estos días «los hierros que fijan las campanas a sus ´truges` o yugos de madera están dilatados al máximo de forma que los campaneros aprovechaban para apretarlos un poco más, fijando mejor la pieza”.
El “repret” se ha realizado a partir de las 17:30 horas y durante una hora aproximadamente. El proceso consiste en levantar las campanas, de menor a mayor tamaño, e ir apretando los hierros que fijan las piezas a los yugos de madera.
Una vez finalizado el “repret de les campanes”, la campana mayor del Miguelete, conocida como “La María”, ha sido volteada a mano para “anunciar que todo ha salido bien”.
El gremio de Campaners de la Catedral realizó el “repret” en los años 80 en varias ocasiones “pero solamente dando golpes a las campanas, sin moverlas, y fue en 1989 cuando se hizo el primer ´repret` real, en la medida de lo posible, ya que algunas tuercas, con varios siglos de existencia, no pueden apretarse más”, ha subrayado.
Desde que fue retomado “se sigue realizando para recordar esta tradición de siglos, como acto simbólico”, según Llop, que ha explicado que el mantenimiento anual de las campanas lo lleva a cabo una empresa especializada y, por ello, “el 10 de agosto tiene el valor doblemente simbólico de mantener las campanas y también de tocarlas, sin anunciar ningún acto ni momento litúrgico, solamente por su mantenimiento”.
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