Restauran pergaminos y sellos de cera de los siglos XIV al XVII custodiados en el Archivo de la Catedral
La intervención, por parte del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i), se prolongó durante 2 meses
Pergaminos y sellos de cera del Libro de Reales Privilegios de Amortización, custodiado en el Archivo Catedral de Valencia y que recoge documentos datados entre los siglos XIV al XVII, han sido restaurados por el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) con técnicas en las que han empleado papel japonés, membranas Gore-Tex y cera de abeja con pigmentos.
En total se han restaurado ocho pergaminos, siete de ellos con sellos pendientes guardados en cajas de hojalata, y dos documentos en papel durante un proceso de recuperación que se prolongó durante dos meses y que fue llevado a cabo por dos técnicos, han indicado desde el IVCR+i de la Generalitat Valencia, que ha difundido en su canal Youtube un vídeo con todo el proceso.
Los documentos y sus sellos pertenecen al legajo 618 del Libro de Reales Privilegios de Amortización que recoge privilegios y concesiones reales desde Pedro IV, el Ceremonioso, hasta Felipe III, y su restauración comprende “desde la fase de desmontaje hasta la reconstrucción de los mismos pasando por la determinación de los materiales de composición, limpieza y alisado, entre otros pasos”, han precisado.
El deterioro de los pergaminos estaba causado por la existencia de “suciedad superficial y restos de cera, pérdidas y desgaste en las juntas de los pliegues, desgarros de la piel en los bordes y por el peso de los sellos, y marcas de los pliegues”.
En primer lugar, “se desmontó la encuadernación, descosiendo y separando los documentos de la cubierta, y se eliminó la suciedad superficial con microaspiración, brochas, esponjas y goma suaves”, han explicado desde el IVCR+i.
Asimismo, “los pergaminos recibieron una aportación de humedad controlada en una cámara de humectación y para relajar los de mayores dimensiones se empleó la humectación indirecta con una membrana de tejido Gore-Tex”, han destacado.
Igualmente, para alisar el soporte se utilizó un “sistema de secado por tensión perimetral” y los desgarros y faltantes de los documentos se repararon con papel japonés y adhesivo.
Limpian cada fragmento del sello y lo reconstruyen como un puzle
En esta intervención también fueron restaurados los sellos de este legajo, “hechos con cera de abeja y pigmento bermellón y protegidos por cajas metálicas de hojalata que se unen a la piel o al papel con enlaces de cintas de seda con los colores de la Corona de Aragón”, han añadido los expertos.
En este caso, los sellos “en su mayoría se encontraban totalmente fragmentados y se habían perdido trozos, los enlaces de tela estaban muy debilitados y las cajas habían perdido el baño de estaño que las protegía”.
Primero se determinó la composición de los sellos “para lo cual se extrajeron muestras de un milímetro cuadrado” y mediante el análisis científico “se identificaron los componentes inorgánicos y orgánicos, y el resultado fue que la cera de abeja es el elemento principal”.
Previamente “se realizaron probetas con distintos materiales utilizados en la restauración. En esta fase se derrite la cera y se le añade colofonia -una resina natural- y el pigmento hasta conseguir una mezcla homogénea de todos los componentes que, después, se vierten en el recipiente de muestras”. El objetivo es “obtener un material casi idéntico al original para reparar zonas faltantes o muy deterioradas”.
En los sellos, “tras la limpieza superficial y físico-química, las piezas se colocan como un puzle para poder encontrar su lugar original. Después, las piezas se adhieren entre sí con la cera derretida preparada y en las zonas faltantes grandes se aplica por goteo”.
Por último, en las cajas de hojalata “se realizó una limpieza mecánica y fisicoquímica para eliminar restos de grasa y las zonas donde había saltado la soldadura de estaño fueron consolidadas con una soldadura en frío. Además, se aplicó una capa de cera microcristalina como protección final”.
© Catedral de Valencia / Crédito fotográfico: IVCR+i