El cardenal Cañizares preside la misa conclusiva del Sínodo Diocesano en la Catedral
“La fe y la moral cristianas no pueden quedar mutiladas de la vida pública”
El arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, clausuró la Asamblea del Sínodo Diocesano con una misa en la Catedral de Valencia en la que pidió “fortaleza por los caminos arduos y nuevos para no estar parados o cruzados de brazos ante la situación apremiante de indiferencia religiosa y el desaliento”.
El cardenal Cañizares agregó que “no podemos seguir manteniendo una situación en la que la fe y la moral cristianas se arrinconan a la más estricta privacidad, quedando así mutiladas de toda influencia en la vida pública y social. Esta es una de las peores trampas en las que podemos caer, pensar que la fe sólo es para la Iglesia y la esfera religiosa”.
El cardenal Cañizares animó a “vivir nuestra fe con alegría, en la familia, en la escuela, en la cultura, en la vida política, y crear una nueva cultura del amor, la vida, el perdón, y una nueva civilización, a través de la tarea educativa, que genere paz, aceptando a todos, singularmente, a los más pobres y necesitados”.
El Arzobispo de Valencia invocó la ayuda del Espíritu Santo, “para un nuevo Pentecostés que no nos deje encerrados en los muros de nuestros templos o de nuestras casas, sino que nos haga salir para anunciar a Dios con alegría, valentía y libertad. El Espíritu Santo rompe nuestros miedos, nos renueva desde dentro y pedimos que no nos deje tranquilos hasta que hagamos partícipes a otros de esa fe”.
Al término de la celebración, el arzobispo de Valencia se dirigió a la Asamblea: “gracias por vuestra fidelidad y por vuestro ser Iglesia, expreso mi alegría y mi gozo de reunirnos aquí como Iglesia, de Dios, Iglesia santa, Iglesia evangelizada y evangelizadora. Llevad allá donde estéis este Sínodo Diocesano y que todos colaboremos con la gracia del Señor para ponerlo en práctica”, que fue respondido con una ovación.
Junto al Arzobispo de Valencia concelebraron los obispos auxiliares, Javier Salinas y Arturo Ros y el obispo auxiliar emérito, Esteban Escudero. A la celebración asistieron un centenar de sacerdotes, junto a laicos y religiosos, quienes han formado parte de la Asamblea
© Catedral de Valencia / Crédito fotográfico: A. Sáiz / AVAN