El cardenal preside en la Catedral la Fiesta Anual del Santo Cáliz y la clausura del Año Jubilar “Cáliz de la Pasión”
“Es un gran regalo de la Santa Sede que volveremos a tener en cinco años para renovar y revitalizar nuestra Iglesia diocesana”
El cardenal arzobispo Antonio Cañizares presidió ayer, jueves, en la Catedral de Valencia, la fiesta anual del Santo Cáliz, en la que fue clausurado el Año Jubilar Eucarístico “Cáliz de la Pasión”, celebrado este año en la diócesis por concesión de la Santa Sede, “que nos evoca la Eucaristía, desde la que sólo se augura un futuro lleno de esperanza para la Iglesia y la sociedad”.
“El Cáliz de la Pasión en tiempo de la pandemia, con tantos sufrimientos padecidos, y que Jesús mismo asumió en su pasión porque nos ama, abre a la esperanza, esperanza en el amor de unos a otros, que representa el amor infinito a todos los hombres”, añadió el Arzobispo.
Así, “esto es lo que hemos vivido en este año especial del Año Jubilar que la Santa Sede nos concede celebrar cada cinco años para renovar y revitalizar nuestra Iglesia diocesana, para una fe llena de vigor, esperanza y amor y fuente de renovación en nuestra sociedad”, afirmó el cardenal Cañizares que aseguró que esta concesión del Papa es un “gran regalo” y volveremos a celebrarlo en 2025.
“En la eucaristía se nos da todo el amor y compasión de Dios, ahí está la esperanza, la esperanza para el mundo entero que no defrauda y ahí está el amor de Cristo, para que nosotros en comunión con Él nos demos a los demás”. En ese sentido, el Cardenal recordó también que “no podemos participar en el misterio eucarístico si no tenemos caridad y no podemos tener caridad si no edificamos la comunidad cristiana sobre le Eucaristía”.
Durante la misa de clausura del Año Jubilar, el titular de la archidiócesis de Valencia felicitó a las parroquias que este año han recibido réplicas del Santo Cáliz: tres parroquias vinculadas a los milagros eucarísticos -Natividad de Nuestra Señora (Santa María), de Alcoi; Nuestra Señora de la Asunción, de Alboraia; y Santísimo Sacramento, de Almàssera-, así como a la Universidad Católica de Valencia (UCV) y a la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH).
Igualmente, invitó a visitar la Catedral de Valencia en donde además del Santo Cáliz de la Última Cena se veneran otras reliquias atribuidas a la Pasión de Cristo, la reliquia de la Santa Espina y la Vera Cruz, “un fragmento, especialmente significativo por su tamaño, de la cruz de Jesús”.
En la misa, concelebrada por el obispo auxiliar de Valencia Vicente Juan; el obispo auxiliar emérito Esteban Escudero; el Cabildo Metropolitano; los sacerdotes de las parroquias y capellanes de universidades que han recibido las réplicas – en la que participaron feligreses, autoridades civiles, militares y académicas-, el Santo Cáliz salió de su capilla, como también tiene lugar en el Oficio del Jueves Santo.
De esta manera, antes de comenzar la celebración, tuvo lugar la procesión, en el interior de la Seo, en la que la sagrada reliquia fue trasladada desde su capilla hasta el altar mayor, donde permaneció hasta el final de la eucaristía y, tras impartir el Arzobispo la bendición, fue devuelta a su capilla. Del mismo modo, como marca la tradición en la fiesta anual, organizada por la Cofradía del Santo Cáliz, después de la homilía fueron entregadas las réplicas del Santo Cáliz.
Por parte de la UCV y la Universidad CEU UCH recibieron de manos del Arzobispo las réplicas, respectivamente, los rectores José Manuel Pagán y Vicente Navarro de Luján, y los capellanes mayores Vicente Ferrer y José Francisco Castelló.
“Unidos al Señor ofreciendo el sufrimiento causado por la pandemia”
Respecto al balance del Año Jubilar, el canónigo celador del Santo Cáliz destaca que “a pesar de todos los impedimentos sufridos a causa de la pandemia, hemos vivido un tiempo muy fructífero e intenso en el que hemos acogido a los peregrinos, sobre todo en la última etapa, cuando la situación sanitaria ha mejorado, y finalmente se han podido llevar a cabo todas las actividades previstas: las exposiciones, las conferencias, el congreso internacional y las peregrinaciones, y todas las celebraciones litúrgicas”.
Además, “en este tiempo de sufrimiento y de pandemia se ha hecho presente el mensaje de nuestro Arzobispo que subraya que no se puede desvincular el Santo Cáliz de la Eucaristía ni de la Pasión del Señor, por ello nos hemos unido al Señor, ofreciendo el sufrimiento de tantas personas que lo han pasado mal por las dificultades provocadas por el Covid-19”, ha señalado Almenar.
De cara al siguiente Año Jubilar Eucarístico en Valencia, en 2025, “deseamos que se celebre con normalidad y que continuemos trabajando porque nuestra ciudad es lugar de peregrinación, con Año Jubilar o sin él, y que también sigamos fomentando la ruta del Santo Cáliz desde el Monasterio de San Juan de la Peña”.
© Catedral de Valencia / Crédito fotográfico: AVAN/A. SÁIZ