La Catedral acogerá una misa de acción de gracias por la canonización de los valencianos San Carmelo Bolta y San Francisco Pinazo
El 18 de enero, presidida por monseñor Enrique Benavent
La Catedral de Valencia acogerá, el próximo 18 de enero, una misa de acción de gracias por la canonización de los santos valencianos Carmelo Bolta y Francisco Pinazo, religiosos franciscanos martirizados en Damasco en 1860.
La celebración dará comienzo a las 12 horas, presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent. En la eucaristía está prevista la participación de fieles y sacerdotes de las parroquias vinculadas a los dos santos franciscanos, como el templo de la Visitación de Nuestra Señora de Real de Gandía, Nuestra Señora de la Piedad de Alpuente, la parroquia San Francisco Pinazo de Valencia y la Asunción de Nuestra Señora de Benaguacil.
Igualmente, la misa contará con la asistencia de las comunidades de religiosos franciscanos de la diócesis, así como de toda la familia franciscana.
San Carmelo Bolta, natural de Real de Gandía y San Francisco Pinazo, de la Aldea del Chopo de Alpuente, fueron canonizados por el papa Francisco el pasado 20 de octubre en Roma, junto a otros seis compañeros mártires de Damasco.
“Nuestra diócesis de Valencia ha sido bendecida de nuevo por el don de la santidad. Los santos son instrumentos de vida cristiana entre el pueblo y debemos dar gracias por ello”, señalan desde la Delegación de la Causa de los Santos del Arzobispado.
Martirizados en 1860 en Damasco
San Carmelo Bolta nació en Real de Gandía en 1803 y realizó noviciado en el convento de San Francisco de Valencia. Ordenado sacerdote en 1829, fue predicador al convento de San Blas de Segorbe y en 1831, con otros 23 compañeros, pasó a la Custodia de Tierra Santa. Después de visitar los principales santuarios fue nombrado presidente del Hospicio de Jaffa.
Durante diez años estuvo dedicado a la enseñanza de los estudiantes de la orden de Jerusalén, siendo durante ese tiempo dos veces superior de Damasco y párroco de los católicos de San Juan de la Montaña.
En octubre de 1858, fue nombrado párroco de los católicos de Damasco y profesor de árabe para los jóvenes sacerdotes y para las escuelas que sostenía la misión católica, cargo que tenía cuando sufrió martirio el 10 de julio de 1860 durante la persecución de islamistas drusos.
Por otro lado, san Francisco Pinazo nació en la aldea de Chopo, en 1802, e ingresó en 1825 en el convento franciscano de Chelva. Hizo su noviciado en el convento de San Francisco de Valencia y profesó la regla franciscana en 1832.
Embarcó en 1843 para Tierra Santa y su primer destino fue Damasco, donde permaneció seis años, con los cargos de cocinero y sastre. Pasó, después, a la comunidad de la Basílica del Santo Sepulcro, de Jerusalén, donde estuvo seis meses y luego fue a Nicosia (Chipre) prestando servicios en la parroquia latina. Después estuvo algún tiempo en Nazaret, Jaffa, San Juan de la Montaña y, finalmente, fue destinado a Damasco donde sufrió martirio. Asimismo, hermano lego de la orden franciscana, es patrón del grupo Juniors de la localidad de Benaguasil, que cuenta con campamento de verano en la aldea natural del mártir, el Chopo.
Carmelo Bolta y Francisco Pinazo fueron beatificados, junto con otros siete religiosos de su orden y tres maronitas seglares, por el papa Pío XI el 10 de octubre de 1926. Casi cien años después, el pasado 20 de octubre de 2024, fueron canonizados por el Papa Francisco.
© Catedral de Valencia / Crédito fotográfico: Archivalencia