El experto italiano Dario del Bufalo asegura que el Santo Cáliz se puede datar en el siglo I a.C. y que está realizado con un ágata oriental
III Congreso Internacional sobre el Santo Cáliz
El profesor del Dario del Bufalo, experto italiano en escultura en piedra, mármol coloreado, glíptica, restauración y geoarqueología, ha indicado en el Congreso que el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia es una copa de piedra, conocido como ‘vasos murrinos’, es decir, “copas de ágata que debido a su diseño y a la calidad de la piedra semipreciosa puede datarse fácilmente entre los siglos II y I a.C”.
En este sentido, ha explicado que este tipo de ágata estriada “es la piedra dura más preciada del período ptolemaico egipcio y de la época del Imperio Romano”. De hecho, ha añadido, “el material con el que se fabricaban las vasijas murrinas era ágata parduzca, de la cual nos han llegado numerosas y conocidas vasijas y cuencos antiguos, conservados íntegramente o en fragmentos, en muchos de los museos y tesoros más famosos, como el tesoro de San Marco en Venecia, el Museo degli Argenti en Florencia, el Museo Capitolino en Roma, el Museo del Louvre en París”. “Se consideran todo un objeto de lujo durante más de veinte siglos”, ha añadido.
En sus exposición ha señalado que un aspecto que no se explica del Santo Cáliz de Valencia es su mancha blanquecina y que es difícil explicar científicamente, ya que el color marrón oscuro que presenta se daba “al cocer en agua mezclada con miel caramelizada y que hacía que fuera homogénea”. “Esto es algo en lo que he estado pensando últimamente, razonando que este blanqueamiento es un blanqueamiento no comprobable, inexplicable, y que solo se podía dar por contacto con algo”. Una teoría de carácter espiritual, según el profesor, “es que se blanqueó por algún contacto, que puede ser el del cuerpo de Cristo tras su muerte y al recoger su sangre en la copa”.
Del Bufalo también ha explicado que “podemos afirmar con certeza que se construyó con un ágata oriental que absorbe, en algunas capas sí, en otras no, el caramelo de miel. Así que, desde un punto de vista técnico, científico, geológico y estilístico, no tenemos ninguna duda de que se trata de una copa india oriental construida para un mercado romano o de Alejandría, en Egipto, del período ptolemaico, en el siglo I a. C.”.
Por otro lado, la convicción de que los ‘vasos murrinos’ “estaban hechas de ágata estriada se refuerza también mediante una simple consideración lingüística: la forma adjetival Murrinus, generalmente atribuida a vasa o pocula, puede vincularse a una raíz encontrada en lenguas indoiranias: mudra en sánscrito y muhr en iraní medio, cuyo significado principal es «sello». No nos alejamos demasiado de la verdad al decir que el adjetivo murrinus alude a una piedra dura (como la calcedonia o el ágata) con la que se fabricaban los sellos antiguos desde la época sumeria”.
© Catedral de Valencia / Crédito fotográfico: Archivalencia / V. Gutiérrez



