Un experimento llevado a cabo en la Universitat Politècnica de València descubre a qué se debe la mancha blanquecina del Santo Cáliz
III Congreso Internacional del Santo Cáliz
Un estudio realizado por investigadores de la Universitat Politècnica de Valencia analiza el origen de la mancha blanquecina de la parte posterior de la copa del Santo Cáliz que se venera en la Catedral. Los resultados de este estudio han sido presentados durante la jornada de hoy en el Congreso sobre el Santo Cáliz que se celebra en Valencia, de la mano del catedrático José María Monzó Balbuena, quien ha liderado la investigación.
“Hasta ahora se pensaba que la copa de ágata tuvo un contacto accidental con algún producto químico agresivo que atacó la piedra y causó la decoloración”. Asumiendo esta hipótesis de partida, el grupo de investigación de la UPV realizó un experimento de laboratorio consistente en sumergir unas esferas de cuarzo marrón en disoluciones concentradas de diversos agresivos químicos. Se eligieron esferas de cuarzo por ser este material de la misma composición y color a la copa del Santo Cáliz.
Los investigadores, pertenecientes al Instituto Universitario de Investigación de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH), apreciaron que tras 64 días de inmersión en la disolución química, no se apreció decoloración en la superficie del cuarzo. Lo que “ha servido para poner en duda una hipótesis defendida por muchos eruditos: que la copa del Santo Cáliz está labrada en piedra de ágata de tipo ‘cornalina’”. La cornalina es una piedra natural que presenta tonos marrones y rojo-anaranjados. Los resultados del experimento no serían fácilmente conjugables con la presencia de la mancha blanquecina, ya que la cornalina natural no se decolora con ataques prolongados de productos químicos agresivos, como se ha demostrado en este experimento.
Como hipótesis alternativa, los investigadores se plantearon que la mancha blanquecina pudiera deberse a la pérdida del pigmento artificialmente añadido a la copa una vez tallada. Es decir, originariamente toda la copa tendría un aspecto blanquecino, tal como muestra la mancha actual, posteriormente habría sido teñida, y por contacto accidental con algún producto en una parte superficial de la copa, se habría perdido esta tinción, dando lugar a la mancha.
Para profundizar en esta hipótesis, el grupo de investigadores de la UPV ha realizado otro experimento consistente en sumergir en una disolución de ácido clorhídrico varias láminas de ágata teñidas artificialmente. Tras dos días de inmersión en este ácido, los investigadores han observado cierta decoloración, lo cual revelaría que el colorante artificial es más fácil de lixiviar, y por tanto aproximarse al estado original de la piedra antes de ser teñida, que en el caso de una piedra natural del ágata coloreada, que como se indicó anteriormente no pudo ser decolorada.
Pensar que el Santo Cáliz originariamente era una copa blanquecina que fue teñida artificialmente resulta sorprendente, pero es una técnica muy antigua empleada habitualmente en época helenístico-romana. En el siglo I de nuestra era, Plinio el Viejo ya mencionaba que era habitual teñir los objetos de ágata. Pero sorprende el método que describe este autor: una vez talladas, las copas se hervían con miel durante siete días consecutivos, de modo que el azúcar se carameliza y tiñe la superficie.
Los experimentos realizados en la UPV abren una nueva línea de investigación sobre el Santo Cáliz, ya que existían diversos métodos para teñir las copas de ágata. “Esperamos que en los próximos años se desvele definitivamente si es una copa teñida con azúcar caramelizado o con pigmentos minerales”.
Investigadores de la Universitat Politècnica de València identifican medidas inéditas sobre el Santo Cáliz
Un estudio desarrollado por investigadores del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha permitido analizar con una precisión sin precedentes la copa del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, en el que aportan nuevos datos y resultados inéditos sobre metrología de la reliquia.
Los expertos Xavier Mas Barberá y Nicolás Niquet-Herrero han aportado los trabajos de este estudio, que iniciaron en 2019 dedicado al estudio del Santo Cáliz, en el Congreso que está celebrando Valencia, en su ponencia “Glíptica de la Copa del Santo Cáliz: Estudio 3D y resultados preliminares”.
Entre los resultados del estudio, Xavier Mas-Barberà, conservador-restaurador experto en materiales pétreos, subraya que “los datos obtenidos permiten determinar con exactitud el tamaño real del cáliz; el diámetro de la boca se sitúa entre 9,6 y 9,8 centímetros, frente a los 9,5 aceptados hasta ahora, y la copa presenta más irregularidades de las que se perciben a simple vista”.
Este estudio “aporta medidas precisas y su variabilidad morfológica, lo cual es fundamental para avanzar en la datación de la copa y establecer su proceso de tallado”. Además, señalan que estos avances “constituyen un paso significativo en el estudio de una pieza única por sus materiales y por su valor simbólico e iconológico, además de aportar herramientas fundamentales para su documentación, conservación y difusión”.
Tecnología 3D
La investigación se ha realizado mediante la técnica de metrología de alta resolución MetraSCAN 3D (Creaform), un sistema no destructivo que genera modelos digitales fieles y manipulables virtualmente.
Según Niquet, experto en registro tridimensional, “la aplicación del registro 3D mediante MetraSCAN3D constituye una técnica avanzada que permite un monitoreo en tiempo real, un diseño topográfico sin manipulación y un modelo 3D fidedigno en alta precisión y resolución, incluso en piezas patrimoniales con tipologías desfavorables para su correcta numerización”. El investigador destaca que los modelos digitales permiten desarrollar análisis y diagnósticos sin intervenir sobre el objeto original.
El vaso de la copa es de ágata bandeada, una variedad muy singular apreciada por su belleza y por su estructura única de capas superpuestas translúcidas de color rojizo marrón oscuro. El investigador Dr. Stephan Kroner, geólogo especialista en isótopos, destaca la rareza y la sorprendente transmisión de la luz a través de las paredes de la piedra. De hecho, uno de los principales retos técnicos fue la fuerte variación de translucidez de las vetas del ágata, que absorbían el haz láser de manera desigual. El investigador Nicolás Didier Niquet señala que “pese a estos cambios de translucidez, el sistema ha demostrado su efectividad al tratar objetos con características complejas para la digitalización”.
El grupo de investigadores agradece la oportunidad que les ha brindado el Centro Español de Sindonología y el Cabildo de la Catedral para llevar a cabo el estudio sobre la copa del Santo Cáliz.
© Catedral de Valencia / Crédito fotográfico: Archivalencia / V. Gutiérrez



