La Historia
El Santo Cáliz de la Cena del SeñorLa Tradición
de los Primeros Siglos
La tradición nos dice que es la misma Copa que utilizó el Señor en la última Cena para la institución de la Eucaristía.
Detalle de «La última Cena», óleo sobre tabla, Juan de Juanes, s. XVI.
El Cáliz fue llevado a Roma por San Pedro y que conservaron los Papas sucesores a éste hasta San Sixto II.
Recomienda esta permanencia del Santo Cáliz en Roma la frase del Canon Romano mencionada antes: “Tomo este Cáliz glorioso”, hoc praeclarum calicem. Expresión admirativa que no encontramos en otras anáforas antiguas, y no podemos olvidar que la plegaria eucarística romana es la versión latina de otra en lengua griega, pues ésta fue la propia de la Iglesia de Roma hasta el Papa San Dámaso en el siglo V.
Para librar al Santo Cáliz de la persecución del emperador Valeriano, San Sixto II por mediación de su diácono San Lorenzo, oriundo de España, lo envía a Huesca en el siglo III.
Lorenzo frente a Valeriano,
detalle de un fresco de Fra Angelico,
c. 1447–50
San Lorenzo entregando el Santo Cáliz,
en un capitel de la lonja Chica
de la Catedral de Jaca
Siglo XII
El Santo Cáliz en España
Durante la invasión musulmana, a partir del año 713, fue ocultado en la región del Pirineo, pasando por Yebra, Siresa, Santa María de Sasabe (hoy San Adrián), Bailio y, finalmente, en el monasterio de san Juan de la Peña (Huesca), donde puede referirse a él un documento del año 1071 que menciona un precioso cáliz de piedra.
La reliquia fue entregada en el año 1399 al Rey de Aragón, Martín el Humano que lo tuvo en el palacio real de La Aljafería de Zaragoza y luego, hasta su muerte, en el Real de Barcelona en 1410, mencionándose el Santo Cáliz en el inventario de sus bienes 1.
1. Manuscrito 136 de Martín el Humano. Archivo de la Corona de Aragón. Barcelona, donde se describe la historia del sagrado vaso.
Claustro del monasterio de san Juan de la Peña.
Detalle de Martín I El Humano,
rey de Aragón
Óleo sobre lienzo.
(1634)
Copia del documento del Archivo de la Corona de Aragón por el que Martín I el Humano recibe el Santo Cáliz.
Palacio real
de La Aljafería
de Zaragoza.
Hacia 1424, el segundo sucesor de Don Martín, el Rey Alfonso V el Magnánimo llevó el relicario real al palacio de Valencia, y con motivo de la estancia de este Rey en Nápoles, fue entregado con las demás regias reliquias a la Catedral de Valencia en el año 14372.
2. Volumen 3.532, fol. 36 v. Del Archivo de la Catedral.
Retrato del monarca Alfonso V, por Juan de Juanes,
(1557, óleo sobre tabla, Museo de Zaragoza)
Inventario de las reliquias del relicario real de la Corona de Aragón,
depositadas por Alfonso el Magnánimo en la catedral de Valencia en 1437 Archivo de la Catedral de Valencia
En la Catedral de Valencia
Fue conservado y venerado durante siglos entre las reliquias de la Catedral, y hasta el siglo XVIII se utilizó para contener la forma consagrada en el “monumento” del Jueves Santo.
El Santo Cáliz expuesto en la capilla de la resurrección.
El armario de las reliquias donde permanecía guardado en la Capilla de las reliquias.
Tabernáculo – Expositor
(desaparecido durante la guerra civil)
Periódico anunciando
la decisión del traslado y exposición de la Copa.
En el año 1916 fue finalmente instalado en la antigua Sala Capitular, habilitada como Capilla del Santo Cáliz. Precisamente esta exposición pública permanente de la sagrada reliquia hizo posible que se divulgara su conocimiento, muy reducido mientras permaneció reservado en el relicario de la catedral.
Dos «exilios»
Durante la guerra de la Independencia, entre 1809 y 1813, fue llevado por Alicante e Ibiza hasta Palma de Mallorca, huyendo de la rapacidad de los invasores napoleónicos y durante la guerra civil (1936-1939) permaneció oculto en el pueblo de Carlet.
Sobre la peana destruida el 21 de julio de 1936 en el asalto que sufrió la Catedral.
Muro en la Casa del Carlet donde el cáliz permaneció escondido entre 1937 y 1939.
El 30 de marzo de 1939, el Santo Cáliz pudo regresar a la Catedral una vez finalizada la Guerra Civil.
En la Actualidad
El Beato Juan XXIII concedió indulgencia plenaria en el día de su fiesta anual, el Papa Juan Pablo II celebró la Eucaristía con el Santo Cáliz durante su visita a Valencia el 8 de noviembre de 1982.
El Papa Juan Pablo II,
junto al Santo Cáliz
(1982)
El Papa Benedicto XVI,
junto al Santo Cáliz
(2006)
El Cardenal Cañizares
junto al Santo Cáliz
(2015)
Lo mismo sucedió con Su Santidad Benedicto XVI que celebró la Eucaristía con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, el 8 de Julio de 2006; finalmente, el Papa Francisco concedió la celebración de un Año Jubilar Eucarístico en honor del Santo Cáliz, cada cinco años a partir de 2015.