Parte 5/8
Siglo XVII
a Siglo XIX
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Resumen
En el s. XVIII los arzobispos de Valencia, especialmente D. Andrés Mayoral (1738-1769) y D. Francisco Fabián y Fuero pusieron los grandes recursos de la Iglesia al servicio de una Ilustración del clero y del pueblo bajo el signo de la religión católica.
Así se crearon instituciones educativas, se impulsaron obras públicas y se construyeron la mayor parte de las bellas y espaciosas iglesias parroquiales de estilo barroco y neoclásico que acogieron a la creciente población de los pueblos y ciudades valencianas; estos nuevos templos, cuyos peculiares campanarios caracterizan nuestro paisaje, fueron decorados por magníficos pintores y escultores de la escuela de la Real Academia de San Carlos.
Signos de esta renovación cultural y religiosa fueron la total remodelación de las catedrales de Valencia y Segorbe, ocultando su estructura original gótica, y la fundación de los Seminarios Diocesanos de Valencia, Segorbe y Orihuela. La vida religiosa se resintió gravemente por la expulsión de los Jesuitas, pero se benefició de la obra cultural y educativa de otras órdenes como los Escolapios y los Oratorianos de San Felipe Neri.
Entre los siglos XVII y XVIII alcanzó su máximo esplendor el drama sacro del “Misterio de Elche”, sobre la base de una representación en valenciano del siglo XIII, que escenifica el tránsito y la Asunción al cielo de la Virgen María. Esta grandiosa composición musical y escenográfica transmitida en la memoria del pueblo, se celebra cada año el 14 y 15 de agosto en la basílica ilicitana de Santa María y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
Lo mismo ocurrió con la celebración de la festividad del Corpus Christi que comenzó a tener su manifestación externa en ciudades como Morella, Xàtiva y Valencia durante el siglo XIV, conservándose en esta última los carros triunfales o “Rocas”, las danzas, las representaciones sagradas o “misteris”, los personajes bíblicos y los gremios profesionales y sociales, como cuando esta procesión mostraba la riqueza y diversidad de estas ciudades en su pasado. No en vano, las fiestas de “La Virgen de agosto” y del “Corpus” manifiestan las dos devociones que centran la religiosidad de los cristianos de Valencia: La Virgen María y la Eucaristía.