Parte 7/8
Siglo XX
a Siglo XXI
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Resumen
La vida religiosa en Valencia en el primer tercio del siglo XX estuvo marcada, como en toda España, por las crisis políticas y la agitación social, en medio de las cuales se impulsaron muchas obras religiosas, educativas y sociales como los sindicatos católicos en la industria y la agricultura.
La continua oposición de una parte de las fuerzas sociales a la Iglesia y a los valores que representaba se agudizó a partir de la instauración de la II República Española en 1931 y culminó con la persecución religiosa, particularmente cruel en los primeros meses de la Guerra Civil (1936-1939), que llevó al martirio a innumerables sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares de Valencia, Castellón y Alicante, cuyo testimonio de Jesucristo ha sido reconocido por la Iglesia con la beatificación del mártir seglar Vicente Vilar David (+1937), de la Madre Ángeles Lloret Martí y compañeras Hermanas de la Doctrina Cristiana (+1936) y del sacerdote José Aparicio Sanz y 232 compañeros mártires, sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares, beatificados por el Papa Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.
Después de la Guerra Civil, las diócesis valencianas emprendieron un arduo trabajo de reconstrucción material y espiritual, contribuyendo a la reconciliación entre los ciudadanos y al progreso social y cultural de la población mediante la promoción de viviendas y de cooperativas, la creación de escuelas, centros de enseñanzas medias y profesionales y otras iniciativas.
A la edificación de nuevos seminarios se unió la creación de parroquias que atendiesen el rápido crecimiento de las ciudades, unido a la actividad de Cáritas en todas ellas para atender a los más necesitados. El apostolado seglar se organizó en diversas formas, con el auge de la Acción Católica; obras todas ellas que, en Valencia, tuvieron como impulsor al arzobispo Don Marcelino Olaechea y Loizaga (1946-1966).
En el año 1959 tuvo lugar una nueva delimitación de los límites diocesanos, apareciendo las nuevas denominaciones de las diócesis de Segorbe-Castellón y Orihuela-Alicante.
La celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) y con el cambio político hacia una democracia más completa, iniciado en el año 1975 con el reinado de Juan Carlos I, y las nuevas expresiones socio culturales llevaron a un replanteamiento de la vida religiosa que se sintetizó en Sínodos Diocesanos como el de Valencia (1987), presidido por el arzobispo D. Miguel Roca Cabanellas (1978-1992).
La formación del clero y de los fieles recibió un nuevo impulso con la erección en el año 1974 de la Facultad de Teología “San Vicente Ferrer” de Valencia, iniciada por el arzobispo Siervo de Dios Don José María García Lahiguera (1969-1978) y el Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas, fundado por el arzobispo Roca que cuenta con sedes en todo el territorio de la archidiócesis de Valencia.
El 8 de noviembre de 1982, Valencia recibió la visita del Papa Juan Pablo II, en una etapa de su visita a España, que, en la santa Misa celebrada en el paseo de la Alameda, ordenó a ciento cincuenta sacerdotes.