Los Ángeles
Descubiertos
Historia de los frescos de la CatedralEl 21 de mayo de 1469, una bengala despedida por la “palometa”, que representaba el Espíritu Santo descendiendo desde lo alto del cimborrio, prendió en los paños que enmarcaba el precioso retablo de madera y plata, perdiéndose toda la decoración del ábside y las pinturas murales de su bóveda.
Cuando vino a esta ciudad su Obispo, el valenciano Don Rodrigo de Borja, futuro Papa Alejandro VI, deseando que su catedral brillase con el esplendor del nuevo arte que estaba renaciendo en Italia, trajo consigo a dos pintores.
Estos eran Francesco Pagano, natural de Nápoles, y a Paolo de San Leocadio, natural de Reggio en Lombardía, y apenas llegados firmaron el contrato con el Cardenal y el Cabildo el 26 de julio de 1472.
Papa Alejandro VI
c. 1447–50
Detalle del contrato, conservado en el archivo de la catedral.
En el contrato, conservado en el archivo de la catedral, entre otras cosas los artistas se comprometen a pintar al fresco en cada uno de los entrepaños de los canecillos de la bóveda gótica del presbiterio.
“… dos ángeles, ó sea un ángel en cada entrepaño, vestidos según parezca á dicho honorable Cabildo, con sus alas sembradas de oro fino y de bellos colores; que las crucerías sean pintadas de follajes con frutos, de oro fino de ducado, según pareciere al dicho honorable Cabildo; que las ventanas sean pintadas de oro fino de ducado y de azur…”
El tiempo para terminar la obra eran seis años.
Los Ángeles Músicos
Esta obra, que debió ser una de las maravillas del primer Renacimiento, fue cubierta en el siglo XVII, cuando en el año 1674 el Arzobispo D. Luís Alonso de los Cameros, deseando que luciera más el retablo de plata que adornaba el altar, pensó restaurar toda la capilla, y al efecto comunicó su idea al Cabildo, que la aprobó de buen grado.
Se encargó de la obra Juan Pérez Castiel, arquitecto afamado.
Arzobispo D. Luís Alonso
de los Cameros.
El altar mayor
y la cúpula barroca.
Detalle de la
cúpula barroca.
La nueva cúpula
80 cm por debajo.
La nueva obra, realizada en estilo barroco, duró siete años, once meses y diez días, y se dio por terminada el 28 de Mayo de 1682. La colocación de los mármoles y adornos barrocos hizo desaparecer las pinturas del ábside, pero los ángeles de la bóveda fueron ocultados por una nueva cúpula que arrancaba unos 80 centímetros por debajo de la anterior del siglo XIII.
El 9 de octubre de 2003, el M. H. President de la C. Valenciana, D. Francisco Camps, expresó su deseo de que se restaurase la Capilla Mayor, que no se había podido tocar en la preparación de “La Luz de las imágenes”.
Exposición «La luz de las imágenes».
Detalle de la clave de la cúpula barroca.
Tras la presentación por el Cabildo de un plan de actuación y de una solicitud de la misma, en mayo de 2004 comenzó la obra de restauración de la decoración barroca del ábside de la catedral, encomendándose la gestión de la misma a la Fundación “La luz de las imágenes”.
Se encargó de la dirección a la profesora Dª Carmen Pérez.
La profesora Dª Carmen Pérez
en el centro.
Limpieza de las
plementerías barrocas.
Grande fue la sorpresa cuando el 22 de junio, a través del agujero dejado por el soporte de una pieza móvil, se pudieron ver los primeros de los 10 grandes ángeles que rodeaban a la desaparecida clave con la imagen de madera de la Asunción de la Virgen, tocando instrumentos musicales y de una belleza que asombraba tanto como el buen estado de conservación en el que estaban, decidiéndose entonces su descubrimiento y restauración.
Acceso a través la cúpula barroca.
Los frescos antes de la restauración.
El desmontaje de la cúpula barroca.
Trabajos de restauración.